Angelina Jolie en sexualidad

A juzgar por los acontecimientos que suelen rodear su vida ajetreada, cada uno de los cuales tiene gran resonancia en los medios de comunicación, se podría caer en la cuenta de que no es tarea liviana llamarse Angelina Jolie.

La actriz nacida en Los Ángeles, California, el 4 de junio de 1975, constituye en sí misma un fenómeno mediático de alcance internacional que no hizo más que aumentar hasta límites impensados desde que la hermosa hija e John Voight se casara con el no menos guapo Brad Pitt (Oklahoma, 18 de diciembre de 1963), con el que tiene seis hijos entre propios y adoptados.

De gran belleza y talento, Jolie ha sido nombrada ayer la mujer más guapa de la década por la revista alemana TvMovie, en un ranking con las 20 mujeres más bonitas del mundo. Entre ellas no podían faltar nombres como el de Megan Fox o Kate Beckinsale, ambas elegidas como las mujeres más sexys del orbe por varias revistas. Sin embargo, y pese a que la industria del cine y la música está plagada de bellezas, Angelina Jolie volvió a ser la número 1.

Gracias a su exótica belleza, sus ojos verdes rasgados y su melena oscura, Angelina Jolie, por muchas rivales que puedan salirle, conserva su reinado entre las más bonitas, lo que resulta sólo una de las razones por las que su presencia en cualquier sitio del planeta despierta verdaderas conmociones.

Ayer, sin ir más lejos, la actriz y su famoso esposo Pitt protagonizaron una peligrosa persecución por los canales de Venecia, donde fueron seguidos por varios paparazzi franceses que pretendían hacerse con una foto de ambos.

La persecución tuvo lugar en el Gran Canal cuando la pareja, que reside en Venecia desde hace semanas mientras ella rueda la película The Tourist, se dirigía a visitar un museo acompañada por varios de sus hijos y por el actor Johnny Depp, con quien Jolie comparte cartel. Los paparazzi se desplazaban a bordo de dos lanchas que no disponían del permiso necesario para navegar por el Gran Canal, por lo que la Policía Municipal se vio obligada a intervenir para frenar, sin éxito, la carrera.