Sarah Ferguson con problemas de peso, dinero e imagen

Sarah Ferguson alguna vez fue considerada la chispa justa que daría brillo a la opaca familia real británica al casarse con el príncipe Andrés, pero en los últimos años terminó por ser la duquesa con problemas de peso, de dinero y, ahora, de imagen.

La pelirroja duquesa de York se las arregló para mejorar su estatus con negocios en Estados Unidos, pero el domingo volvió a caer en la portada de un tabloide. El diario News of the World informó que Ferguson ofreció vender su influencia con Andrés, embajador especial británico para comercio e inversiones, por medio millón de libras (724.000 dólares).

La duquesa de 50 años y madre de dos princesas publicó un comunicado en el cual pidió perdón por causarle vergüenza a la realeza con su "grave falta de criterio" y dijo que Andrés "no estaba enterado ni involucrado" en el trato.

Aunque el príncipe Carlos le otorgó una fortuna a Diana, princesa de Gales, cuando se divorciaron, Ferguson dijo que recibió sólo 15.000 libras (22.000 dólares) al año al separarse en 1996, ya que el arreglo se calculó por el sueldo de Andrés como oficial naval.

Las primeras menciones poco elogiosas que recibió en la prensa vinieron por sus vínculos románticos con otros hombres, incluso antes de que el divorcio fuera legal.

Sin embargo, Ferguson se ha ganado cierta admiración por su trabajo caritativo y su capacidad de resolver sus propios problemas financieros. El domingo, sonrío y saludó al público cuando la publicación Variety International le entregó en Los Angeles un premio por sus obras benéficas.

El ex periodista del Daily Mirror James Whitaker dijo que Ferguson había pagado una deuda de varios millones de libras "con trabajo duro y decisión". Escribió libros, produjo películas y fue vocera de Weight Watchers.