No es igual llamar al diablo que verlo llegar" ¿o sí?

Anthony Santos, uno de los mejores exponentes del ritmo popular dominicano "La Bachata", el más cotizado, si se quiere de la inductria, ha sido desde el principio mismo de su carrera un ente enigmático.
Su vida ha estado siempre envuelta en un misterio que nadie ha logrado descifrar. Alegadamente siempre se mantuvo alejado de los medios de comunicación algo que va totalmente en contra de la lógica de un artista, especialmente en sus inicios. No se montaba en avión, no se presentaba como los demás en programas televisados y mucho menos en discotecas como lo harían otros artistas y en ocasiones se vio envuelto en escándalos con la justicia dominicana.


Actitudes que como tácticas para dar forma a un ícono son entendibles, sin embargo ya cuando se ha llegado a la cima del éxito se convierten en justificacion para las interrogantes de los seguidores y muy especialmente cuando se adoptan actitudes que atentan contra lo sagrado, como la más reciente modalidad de "El Bachatú" de llamar al diablo en medio de sus interpretaciones.


En sus mas recientes presentaciones Anthony Santos se ha dedicado a exclamar expresiones como: Diablo!.... "Nadie puede conmigo" y una muy peligrosa cuando exclama: "Ni Dios puede conmigo".


A este comportamiento del "Mayimbe de la Bachata" sus críticos solo pueden especular y ninguno entiende cómo es que Anthony puede mantener esta conducta que en nada le beneficia, ni a él ni a su carrera y que por ende lo hace de una forma medalaganaria.


Algo contraproducente es el hecho de que Anthony Santos en una de sus interpretaciones expresa que "no es lo mismo llamar al Diablo que verle llegar". Solo podríamos concluír que quizás él nunca le ha visto llegar porque si son ciertas las especulaciones en torno a un supuesto pacto que él hizo con el diablo, quiere decir que lo que no le ha visto es despedirse nunca y quizás por eso le alaba en sus canciones.


Lo cierto es que esta actitud innecesaria de Anthony Santos tiene a muchos de sus seguidores y admiradores de su trabajo muy disgustados.


Anthony Santos, quien adoptó el epíteto de "El Mayimbe" evocando al Mayimbe del merengue Fernando Villalona, con su actitud logra crear un ícono, sin embargo a diferencia de Villalona que se hacía el daño a él mismo, en el caso de Anthony los peligros son mayores porque está "bregando" en el mundo espiritual el cual quizás él desconoce. Es posible que no sepa cómo se manejan las cosas en este mundo y que las repercuciones negativas tocan a todos los sectores en su entorno aun cuando él no lo crea. Es posible que ignore, ya sea por desconocimiento que en la lengua esta el poder de la vida y la muerte y que cada palabra es un decreto.


Muchos especulan y desean saber cuál es la fuerza que mueve a un artista que en términos de éxitos lo ha alcanzado todo. Ha logrado fama y fortuna y no precisa de actitudes sensacionalistas ni ningun tipo de amarillismo para llegar al público. Entonces ¿cómo se explica esta actitud?
Visto en http://www.melodiaangelical.com