Pablo Montero: "He sido víctima de una emboscada"

Pablo Montero acudió ayer ante las autoridades de Puerto Rico a ampliar su declaración sobre el caso que se sigue por presunta extorsión contra una bailarina exótica. Ésta vendió a una revista unas fotografías en las que él aparece desnudo, las cuales fueron tomadas supuestamente porque él no le pagó por sus servicios. El cantante insistió en que todo fue un montaje para dañar su reputación.

"He sido víctima de una emboscada maliciosa de personas en las que deposité mi confianza, que se allegaron usando la misma para hacerme un entrampamiento y lucrarse de mi persona a través de una conspiración para extorsionarme", aseguró el cantante de 35 años en la diligencia judicial ante la división investigadora de la policía de San Juan en Puerto Rico.

El también actor aseguró que Brendaliz Pérez Betances, también conocida como Dulce, se aprovechó de él para tomar las imágenes en compañía de un fotógrafo y negó que sea cierto que él hubiera contratado sus servicios como la joven alega.

"Yo nunca solicité ni pedí a nadie que solicitara los servicios de esta joven que, cuando me la presentaron, desconocía que se trataba de este tipo de trabajadora", comentó el intérprete de "Piquito de oro". "Nunca comprometí hacer pagos por cosas contrarias a la ley. Por esta razón, a la mañana siguiente, ella me despertó amenazándome con cobrar su dinero fuese como fuese indicándome que ella había tomado unas fotos y que las iba a vender si no le pagaba".

Montero aseguró que lo que hizo la mujer el pasado 14 de junio en la habitación de su hotel fue un delito y haber vendido las fotografías, luego de que él no accedió a pagarle lo que ella pedía, fue más grave aún. "No se puede violar la intimidad de una persona, ya sea pública o privada... solicité a las autoridades llevar a cabo una investigación para conseguir toda la prueba necesaria para corroborar todo este esquema".