Dicen que amor como el de abuelo, ninguno. Y que lo diga Sergio Vargas. El Negrito de Villa anda emboba'o, se le cae la babita y no por una mujer hecha y derecha, sino por su nieta. El merenguero se pone el traje de abuelo y habla con orgullo de este retoño que le ha cambiado sus días. En definitiva, Sergio, que pasó a ser abuelo hace más de un año, está que no se lo cree y todo porque está saboreando momentos tan lindos con su nieta Julian, hija de Ana Mercedes Vargas, la primera hija del artista con su esposa Mechu. El Negrito de Villa, que este fin de semana pasado estuvo en el recorrido que organizó el empresario Luis Medrano, no quiso dejar a su nietecita y por ello se la llevó, aquí posan los dos para una foto. Es tal el amor que tiene el intérprete de “Amor del bueno” que se pasó toda su presentación en la playa de Salinas como despedida del recorrido “El sur también existe” llamando a la pequeña que lo hace cada vez más feliz. Ya el merenguero es todo un abuelo y que ha demostrado que ha asumido con responsabilidad este rol a tal punto que hasta se mudó a la Capital para estar más cerca de su nieta que lo tiene loco, loco, loco.
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