Aventura doma al monstruo en Viña del Mar

El dueño de la segunda noche de Viña 2011fue uno solo: el grupo Aventura, iconos de la bachata pop.

Los dominicanos cargaron con todos los premios que otorga el público, al que denominan el monstruo porque si un artista no le gusta lo mandan a bajar.

El monstruo fue domado totalmente por Aventura, que hoy actúa en el estadio Bicentenario de la Florida, y se fue con antorchas de Plata y Oro, Gaviotas de Plata y Oro, y, tras la fuerte petición del público, Gaviota de Oro.

Desde el inicio de la jornada, con la sola mención de su nombre o el de su líder, Anthony Romeo Santos, la Quinta enloquecía hasta el límite de lo permitido, con un griterío sin tregua con los tímpanos sensibles.

Hasta que el delirio se hizo carne: a las 1.11 el conjunto saltó a escena y confirmó un fenómeno que explotó el año pasado, cuando repletaron el Movistar Arena sin gran difusión, y que se consolidó un mes antes del Festival, cuando fueron los primeros en agotar su noche.

Con una mezcla de bachata, salsa, reggaeton y sonidos más urbanos, el cuarteto desenfunda Por un segundo y las mujeres caen rendidas. La Quinta es de ellos. Igual que el magnetismo de su cantante, un auténtico galán de etiqueta centroamericana que ofrece un discurso cargado de gestos sexuales, referencias a la relación de pareja, guiños a la intimidad y un libreto de piropos en plan despedida de soltera.

Luego pasan otras como Quien te cambió o Noche de sexo. El juego va y viene con los sectores de platea y galería. El suceso ya estaba servido.

Cuando Romeo, el sensual vocalista, se enteró de que su show ya no estaba al aire por televisión chilena se desató aún más y decidió subirle el tono a la presentación, reportó terra.cl.

“Me dijeron que me portara bien, pero como ya no estamos en pantalla me empezaré a portar mal”, dijo todo cocoroco, recibiendo como respuesta de sus fans ensordecedores gritos.

Antes de empezar a cantar “Sólo por un beso”, Romeo hizo subir a una fanática chilena al escenario de la Quinta Vergara. Fue en ese momento en que el puertorriqueño mostró su lado más ardiente, sin censura alguna. En medio de la canción, Romeo tomó la mano de su dichosa seguidora, Noelia Reyes, y la paseó por todo su cuerpo.