La Seguridad del Estado cubana le ha advertido a unos 10 disidentes habaneros y a varios jóvenes con antecedentes penales que no vayan al concierto de Juanes o de lo contrario enfrentarán acusaciones de "desobediencia'', declaró el viernes el activista de derechos humanos Elizardo Sánchez.
"Existe una atmósfera de presión política, una actitud de represión política preventiva'' ante el controversial concierto, afirmó Sánchez en una entrevista telefónica desde La Habana.
Habitualmente, los oficiales de la Seguridad ordenan a disidentes conocidos a mantenerse alejados de los eventos internacionales en la isla. En ocasiones, los que viven lejos de los eventos son sacados de carros o autobuses antes de llegar a las actividades.
Se espera que el concierto Paz sin Fronteras atraiga a más de medio millón de personas a la Plaza de la Revolución --y provoque una gran atención internacional-- con una alineación de estrellas latinoamericanas, españolas y cubanas.
Sánchez, que encabeza la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, afirmó haber recibido informes de que por lo menos 10 disidentes de La Habana fueron advertidos el jueves y el viernes de no acercarse al concierto.
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