
La protagonista de la película Mean Girls, de 23 años, no sólo deberá portar el dispositivo, además tendrá que presentarse constantemente ante el tribunal para someterse a pruebas antidrogas y antialcohol, y tendrá que asistir una vez por semana a clases para aprender a controlar el consumo de bebidas embriagantes.
A pesar de que la actriz aceptó el dictamen del juez, su abogado Shawn Chapman Holley intentó que la corte revocara la decisión del uso del brazalete aduciendo que el aparato va a interferir en varias sesiones fotográficas que la histrión ya tiene pautadas, así como con el rodaje de una película en Texas, pero la respuesta fue un rotundo no.
Luego de que el juez reveló las condiciones para que Lohan conservara su libertad, el abogado de la joven aseguró que su cliente “está preparada para demostrar con sus acciones que cumplirá con las ordenes de la corte”.
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