La actriz y productora de origen mexicano, Salma Hayek, fue sorprendida en las gradas del Stade de France durante uno de los muchos momentos de angustia –y otros de felicidad– que sufrieron este jueves los aficionados de la selección de futbol gala durante el partido entre Francia e Irlanda.
El encuentro, que significó el pase de los galos al Mundial de Futbol de Sudáfrica, contó con la asistencia de Hayek y con la de su esposo, el magnate francés Francois-Henri Pinault.
El nerviosismo de los primeros minutos del partido –donde Francia, en lugar de imponerse frente al equipo contrario, dejó que éste marcara un gol–, y la felicidad que significó el resultado final (2-1, global), fueron sentidos hasta el tuétano por la veracruzana, quien no dejaba pasar un momento de distracción y se levantaba de su asiento, se mordía las uñas, abrazaba a su marido y gritaba de alegría para celebrar alguna buena jugada de su equipo.
Quizá el momento de mayor estrés para Hayek fue cuando Francia quedó empatada con su par irlandés y debieron jugar tiempos extras. Fue durante esta prórroga que Francia logró meter un gol, luego de una polémica jugada de Thierry Henry (una mano que el árbitro no marcó),y que significó la clasificación de la selección gala al Mundial.
Sólo esperamos que las uñas de la actriz no hayan sufrido daños exagerados.
Salma Hayek y su angustia gala
10:06 PM
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