Todo sobre el Latin GRAMMY

En una velada que tuvo música, besos, copas derramadas, gritos, baile, chistes y sobre todo mucha emoción, la agrupación Calle 13 barrió en la décima edición de los premios Latin GRAMMY en Las Vegas, llevándose cinco gramófonos, entre ellos el de Mejor Artista de Música Urbana, Grabación del Año y Mejor Canción Alternativa. “Yo quiero hablar porque nunca habló. Esto se lo dedico a mi hija Luz María, te amo”, dijo Eduardo Cabra, integrante del dúo puertorriqueño al recibir uno de los premios, mientras que su compañero, René Pérez, a diferencia del polémico comportamiento que mostró hace unas semanas en los premios MTV, esta vez estuvo muy calmado. “Saludo a todos los desempleados y espero que en Puerto Rico el Gobierno recapacite. También le dedico este premio a México, Argentina, Mercedes Sosa y Colombia”, comentó el cantante de 30 años, quien vistió una camiseta blanca sin mangas, en una ceremonia en la que Eugenio Derbez se lució en la conducción con su habitual sentido del humor junto a una radiante Lucero. Además de Calle 13, otros artistas que salieron de la velada con sus gramófonos fueron Luis Fonsi, quien ganó en la categoría Canción del Año, Reik como Mejor Álbum Vocal Pop, Alexander Acha fue el Mejor Nuevo Artista, Laura Pausini conquistó el Mejor Álbum Pop Vocal Femenino, Luis Enrique se llevó el premio a Mejor Álbum de Salsa, Omara Portuondo logró el Mejor Álbum Tropical Contemporáneo y Wisin & Yandel fueron reconocidos como Mejor Canción Urbaba. Sin lugar a dudas, una de las apariciones que causó mayor agrado entre los asistentes fue la de Alejandra Guzmán, quien luego de haber estado varias semanas en el hospital por un procedimiento estético en los glúteos, presentó un premio y hasta bromeó con lo que le pasó. "Ya sé que no hemos venido a hablar de mí, pero como se ha hablado tanto de mí, me doy una vueltecita para que me vean", dijo la roquera. La cuota musical fue variada y entre los artistas de lujo que tuvieron la difícil tarea de entretener a los asistentes estuvieron Laura Pausini –quien fue la encargada de abrir la ceremonia–, Pepe Aguilar, Los Tucanes de Tijuana, Alejandro Sanz –quien cantó junto a Alicia Keys–, Shaila Dúrcal, Oscar D’León, Gilberto Santa Rosa, Calle 13 y Rubén Blades. Pero el banquete musical no paró allí y, haciendo gala de su estilo fiestero y justo cuando el termómetro parecía estar en su punto más alto en el auditorio del Hotel Mandalay Bay, vestido con una chaqueta de lentejuelas, Juan Gabriel se subió al escenario y alborotó hasta al más tranquilo. Aunque un poco debilitado en su voz, pero imprimiéndole mucho dramatismo a su número, donde incluso se regó encima una enorme copa de vino y una de agua, el Divo de Juárez puso a zapatear al auditorio entero. En un hecho insólito, el cantante mexicano interpretó varios de sus grandes éxitos durante casi media hora, honor que se permitió tras haber recibido de manos de Enrique Iglesias el premio como Persona del Año y un tremendo beso en la mejilla, lo que lo llenó de emoción y alegría, según lo mencionó en varias ocasiones. “Todo aquel que canta y baila al infierno no debe ir” y “esto va para todos los que están en la cárcel”, fueron algunas de las frases que soltó Juanga en su presentación, que precedió la actuación de Daniela Mercuri, encargada de sellar con broche de oro la velada más importante de la música latina que esta vez tuvo como testigo a la Ciudad del Pecado, donde brilló una constelación de estrellas.