Nueva York.- No siempre es fácil para niños artistas continuar con su carrera en la madurez, o siquiera la pubertad. Por cada Justin Timberlake existe una Debbie Gibson.
Es por eso que Miley Cyrus se emocionó tanto cuando sus canciones “The Climb” y “Party in the U.S.A.” disfrutaron de gran éxito el año pasado. “The Climb” alcanzó la posición No. 4 de la lista Hot 100 de Billboard, mientras que “Party in the U.S.A.” estuvo cerca de convertirse en la canción No. 1 en toda la nación.
Aunque ha vendido millones de discos como una extensión de su omnipresente personaje de Disney, Hannah Montana, esas canciones representan su mayor éxito hasta la fecha como Miley; y la cantante logró conectar con un público más amplio.
“'The Climb' es lo mejor que me ha pasado”, dijo Miley en una entrevista reciente. “Estuve en ... todo tipo de radio. Conocí a todo el mundo. Gente de tres años, de 30 años, de 80 ... Encontré tantos seguidores diferentes”.
El fenómeno de 17 años está en camino a duplicar ese éxito con su nuevo álbum, “Can’t Be Tamed”. La canción homónima del disco ya alcanzó la octava posición de las listas de popularidad.
Pero Miley está haciendo más que una declaración musical con la producción. Con canciones como “Can’t Be Tamed” y “Robot”, está enviando un mensaje de una joven mujer que no puede ser controlada.
“Se trata de liberarse, de ser quien uno es y no tener miedo de decirle al mundo que pare de vez en cuando, y hacer lo de uno y lo que lo hace a uno feliz”, dijo del CD.
Lo que hace a Miley feliz, sin embargo, no siempre complace a otros. Y mientras más se acerca a la mayoría de edad, más detractores parece granjearle una conducta que muchos consideran inapropiada para su edad.
Primero fue la portada de Vanity Fair en el 2008, en la que aparecía con el torso desnudo, cubierta por una sábana (ella dice que no estaba desnuda). Luego bailó con un poste de stripper en la entrega de los premios Teen Choice del 2009. Este año, emergió un vídeo de Miley en un baile erótico con uno de los productores de su película “The Last Song” en una fiesta.
Es por eso que Miley Cyrus se emocionó tanto cuando sus canciones “The Climb” y “Party in the U.S.A.” disfrutaron de gran éxito el año pasado. “The Climb” alcanzó la posición No. 4 de la lista Hot 100 de Billboard, mientras que “Party in the U.S.A.” estuvo cerca de convertirse en la canción No. 1 en toda la nación.
Aunque ha vendido millones de discos como una extensión de su omnipresente personaje de Disney, Hannah Montana, esas canciones representan su mayor éxito hasta la fecha como Miley; y la cantante logró conectar con un público más amplio.
“'The Climb' es lo mejor que me ha pasado”, dijo Miley en una entrevista reciente. “Estuve en ... todo tipo de radio. Conocí a todo el mundo. Gente de tres años, de 30 años, de 80 ... Encontré tantos seguidores diferentes”.
El fenómeno de 17 años está en camino a duplicar ese éxito con su nuevo álbum, “Can’t Be Tamed”. La canción homónima del disco ya alcanzó la octava posición de las listas de popularidad.
Pero Miley está haciendo más que una declaración musical con la producción. Con canciones como “Can’t Be Tamed” y “Robot”, está enviando un mensaje de una joven mujer que no puede ser controlada.
“Se trata de liberarse, de ser quien uno es y no tener miedo de decirle al mundo que pare de vez en cuando, y hacer lo de uno y lo que lo hace a uno feliz”, dijo del CD.
Lo que hace a Miley feliz, sin embargo, no siempre complace a otros. Y mientras más se acerca a la mayoría de edad, más detractores parece granjearle una conducta que muchos consideran inapropiada para su edad.
Primero fue la portada de Vanity Fair en el 2008, en la que aparecía con el torso desnudo, cubierta por una sábana (ella dice que no estaba desnuda). Luego bailó con un poste de stripper en la entrega de los premios Teen Choice del 2009. Este año, emergió un vídeo de Miley en un baile erótico con uno de los productores de su película “The Last Song” en una fiesta.
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