Poco público y mucho merengue. El resultado de esta suma fue que el Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey, se transformara en club tropical nocturno la noche del sábado durante el concierto del merenguero dominicano Omega.
“El Fuerte”, como se le conoce, mantuvo a la audiencia contoneándose en un show pintado con luminotecnia, gritos, vacilón y mucho espacio disponible para bailar en pareja entre las sillas del recinto y en arena.
“Mi agradecimiento incondicional para mi gente de República Dominicana por el apoyo en toda Latinoamérica y Europa, y para mi gente de Puerto Rico. Es muy difícil que un artista nuestro entre al corazón y a la popularidad del pueblo boricua. Gracias por darme la oportunidad”, expresó Antonio Peter de la Rosa, su nombre real, luego de interpretar No hay manera, en la que improvisó dos o tres versos de cariño hacia Puerto Rico.
“Venga el pueblo puertorriqueño, hazle una bulla a Omega, el más violento”, dijo durante uno de los rapeos que hizo en la presentación, plagada de alusiones al sexo y la infidelidad.
El ex boxeador había dejado una mala impresión en suelo boricua recientemente debido a su prepotencia y antipatía. Sin embargo, con sus fanáticos fue otra persona. Sonrió, hizo bromas y no paró de tirar besos a las chicas, a la vez que gritaba su peculiar frase “¡Ay, la malicia!”.
Los asistentes parecieron disfrutar que la versión reducida del Choliseo estaba vacía, pues le respondían con alaridos, coros y palmadas a pesar de que Omega y sus tres coristas desafinaban constantemente. Incluso intentaron bajar al área de arena para aparentemente convertirla en pista o sentarse en los asientos vacíos más cercanos, pero los oficiales de seguridad los detuvieron, lo que produjo molestia.
El espectáculo empezó a las 9:30 de la noche cuando el solista de 30 años de edad bailó y alardeó de su corbata de lentejuelas con chaleco negro y camisa blanca, uno de los varios atuendos que lució. Acto seguido, cantó con se peculiar carraspeo los temas Rompeconsolas, Esto es pa’ perrear, No hay manera y Maltrato.
“¡Essso, perro!”, gritaron al unísono voces femeninas cuando “el más Criminal”, como se identificó, invitó al escenario al reguetonero boricua Gocho para acompañarlo en Dándole, número que contiene el famoso verso “Pa’ bajarte el queso”, cerca de las 10:20.
Otro exponente puertorriqueño de reguetón que lo acompañaría sería Daddy Yankee en la canción ¿Qué tengo que hacer?.
“El Fuerte”, como se le conoce, mantuvo a la audiencia contoneándose en un show pintado con luminotecnia, gritos, vacilón y mucho espacio disponible para bailar en pareja entre las sillas del recinto y en arena.
“Mi agradecimiento incondicional para mi gente de República Dominicana por el apoyo en toda Latinoamérica y Europa, y para mi gente de Puerto Rico. Es muy difícil que un artista nuestro entre al corazón y a la popularidad del pueblo boricua. Gracias por darme la oportunidad”, expresó Antonio Peter de la Rosa, su nombre real, luego de interpretar No hay manera, en la que improvisó dos o tres versos de cariño hacia Puerto Rico.
“Venga el pueblo puertorriqueño, hazle una bulla a Omega, el más violento”, dijo durante uno de los rapeos que hizo en la presentación, plagada de alusiones al sexo y la infidelidad.
El ex boxeador había dejado una mala impresión en suelo boricua recientemente debido a su prepotencia y antipatía. Sin embargo, con sus fanáticos fue otra persona. Sonrió, hizo bromas y no paró de tirar besos a las chicas, a la vez que gritaba su peculiar frase “¡Ay, la malicia!”.
Los asistentes parecieron disfrutar que la versión reducida del Choliseo estaba vacía, pues le respondían con alaridos, coros y palmadas a pesar de que Omega y sus tres coristas desafinaban constantemente. Incluso intentaron bajar al área de arena para aparentemente convertirla en pista o sentarse en los asientos vacíos más cercanos, pero los oficiales de seguridad los detuvieron, lo que produjo molestia.
El espectáculo empezó a las 9:30 de la noche cuando el solista de 30 años de edad bailó y alardeó de su corbata de lentejuelas con chaleco negro y camisa blanca, uno de los varios atuendos que lució. Acto seguido, cantó con se peculiar carraspeo los temas Rompeconsolas, Esto es pa’ perrear, No hay manera y Maltrato.
“¡Essso, perro!”, gritaron al unísono voces femeninas cuando “el más Criminal”, como se identificó, invitó al escenario al reguetonero boricua Gocho para acompañarlo en Dándole, número que contiene el famoso verso “Pa’ bajarte el queso”, cerca de las 10:20.
Otro exponente puertorriqueño de reguetón que lo acompañaría sería Daddy Yankee en la canción ¿Qué tengo que hacer?.
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