Jennifer y Marc disfrutan su armonía

Miami. Lucía exacta. Con un traje ajustado azul turquesa que marcaba su esbelta figura, la melena suelta, maquillaje perfecto, tacones altísimos color piel y accesorios imponentes (incluyendo su brillante aro matrimonial), Jennifer López hizo su entrada a la habitación del lujoso hotel Mandarin Oriental en la que ayer se reunió con un puñado de periodistas para hablar de su nueva película, The Back-up Plan.

Su deslumbrante presencia hacía pensar que estaba lista para que en cualquier momento alguien gritara: “¡Luces, cámara y acción!”. La diferencia de verla en la pantalla grande y cara a cara es que se desmoronan muchos de los mitos que corren sobre ella casi a diario en el cotilleo farandulero. Llegó, saludó a todos y se echó a la boca un bombón de menta de los que había en la mesa redonda donde se acomodó junto con los periodistas. Estaba cerca, vulnerable, risueña y dispuesta a contestar todas las preguntas, o mejor dicho, casi todas.

En el filme The Back-up Plan –que estrena el 23 de abril–, Jennifer interpreta a “Zoe”, una mujer independiente, profesionalmente realizada y feliz, que decide recurrir a la ciencia para quedar embarazada, convencida de que no existe el hombre ideal para establecer una familia. Pero justo cuando logra su plan, conoce a su alma gemela, “Stan” (Alex O’Loughlin), quien la hace replantearse su filosofía de vida.

La historia suena complicada, pero no deja de ser una divertida comedia romántica, género en el que Jennifer afirma sentirse muy cómoda y con el que se espera que retome la ruta del éxito en Hollywood. Sin embargo, tras las decepciones personales de El cantante y Bordertown, la actriz asegura no haberse rendido ante la posibilidad de volver al drama.
“La verdad es que aunque me encanta la comedia y me ha salido muy bien, sigo creyendo que mis trabajos más fuertes como actriz han sido dramáticos, como Selena o El cantante. Pero me siento muy cómoda en ambos géneros y no dejaría de hacer ninguno, siempre y cuando sienta que tengo algo que ofrecer. Incluso en una comedia romántica como ésta, tengo que llevar un mensaje importante. En este caso la lección es que la vida no la podemos controlar y, aunque a veces es difícil, hay momentos milagrosos que te hacen sentir maravilloso y eso es lo que todos buscamos”.

Aunque entre “Zoe” y Jennifer existen varias similitudes, como el que ambas quedaron embarazadas de gemelos (algo que ya estaba escrito en el guión) y el hambre y sueño excesivos que ella y el personaje experimentaron en ese proceso, la actriz establece que nunca consideró ser madre soltera y que tampoco estuvo tan desesperada por tener un hijo, como la protagonista.

“Sí, quería tener hijos, pero si pasaba, pasaba, y si no… (piensa), lo hubiera dejado en las manos de Dios. Siempre estaba muy concentrada en mi carrera. Incluso cuando ya estaba casada con Marc, lo pensaba mucho, porque ambos teníamos mucho trabajo. Y ahora que soy madre, sé lo difícil que debe ser criar unos niños sola y no sé si podría hacerlo sola. Siento gran admiración por las madres solteras. Lo que pasa con ‘Zoe’ es que no tenía familia y ella estaba buscando ese amor. Además, se sentía muy cómoda estando sola y eso es muy diferente que yo”, argumentó la artista, quien mayormente se comunicó en inglés y otras pocas en español.

Afortunadamente, a Jennifer no le falta ayuda con Max y Emme, pues tiene una nana que los cuida y Marc Anthony es un gran padre, según dijo su esposa luego de pensarlo un poco.

“Hummm… Al principio ayudó mucho y me enseñó mucho, porque él tenía experiencia y también me dejaba dormir y se quedaba con ellos toda la noche. Ahora él es un poquito más libre. Pero tengo un nanny bien chévere que me ayuda cuando estoy trabajando. Pero trato de llevarlos conmigo a todas partes, porque para mí ellos son primero”.

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