Un lío mayúsculo se ha generado por el visado del popular merenguero dominicano Omega (El Fuerte) a quien empresarios que lo contrataron para una presentación “benéfica” a través de una iglesia en Long Island, acusan de haber violado las condiciones de su entrada.
La demanda civil contra Omega y sus manejadores fue sometida por la empresaria norteamericana de la empresa TRIVECCA Entertaiment, LLC. La inversión fue hecha por la empresaria estadounidense Karen Saltau a quien los representantes del merenguero se niegan a devolver el dinero que les entregó y quisieron rebajar el porcentaje acordado para ella. El artista es representado aquí por Kaylont Bogt quien figura como principal sometido en la demanda.
La empresaria es la presidenta de la compañía que contrató a Omega. Las partes tendrán que volver a la corte con un acuerdo firmado o de lo contrario, el juez cancelará todo, incluyendo la visa del artista. La fecha límite para ese pacto es el 23 de septiembre.
Una investigación de este reportero en fuentes del Departamento de Estado, clarificó que la visa del artista es del tipo P-1 que se otorga a extranjeros que viajen a Estados Unidos para laborar en una organización de tipo religioso.
Se incluyen ministros autorizados por una congregación reconocida para conducir oficios y desarrollar otras tareas usualmente desarrolladas por miembros del clérigo, tales como administrar los sacramentos o sus equivalentes. El término no aplica a predicadores.
La demanda civil contra Omega y sus manejadores fue sometida por la empresaria norteamericana de la empresa TRIVECCA Entertaiment, LLC. La inversión fue hecha por la empresaria estadounidense Karen Saltau a quien los representantes del merenguero se niegan a devolver el dinero que les entregó y quisieron rebajar el porcentaje acordado para ella. El artista es representado aquí por Kaylont Bogt quien figura como principal sometido en la demanda.
La empresaria es la presidenta de la compañía que contrató a Omega. Las partes tendrán que volver a la corte con un acuerdo firmado o de lo contrario, el juez cancelará todo, incluyendo la visa del artista. La fecha límite para ese pacto es el 23 de septiembre.
Una investigación de este reportero en fuentes del Departamento de Estado, clarificó que la visa del artista es del tipo P-1 que se otorga a extranjeros que viajen a Estados Unidos para laborar en una organización de tipo religioso.
Se incluyen ministros autorizados por una congregación reconocida para conducir oficios y desarrollar otras tareas usualmente desarrolladas por miembros del clérigo, tales como administrar los sacramentos o sus equivalentes. El término no aplica a predicadores.
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